Para
ser el sueño de
un aedo ciego
Necesito
tejer días
y
noches de calma
Sobre
una almohada
Que
tus ojos no verán.
Y
es mi mano firme
La
que prosa estos versos,
Mi
respiración tranquila
Mi
mirada que se aleja
De
un espejo
que
está en todas partes.
Ese
sueño viejo
Necesita
ser soñado
Para
que mis latidos
Entren
en el pecho
que
alberga
El
corazón rojo de un aedo ciego
que
Camina
su sendero
de
sangre
hasta
que encuentra
el
reposo
y
todo se convierte en sueño,
incluso
este momento
que
proso estos versos
y
que tú los lees.
Tu y tus letras han sido un bonito descubrimiento en general, sobretodo en este sitio en el que apenas estoy comenzando. Muchas gracias por ser de mis primeros visitantes y dejar una huella (una tinta, un tecleo) y al mismo tiempo te agradezco por compartir tus versos.
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Hola Daniela: he pasado por tu casa virtual y me he entretenido dando vueltas por los distintos lugares que has abierto -aquellos donde nos dejas mirar a los curiosos-, me gusta lo que he podido ver y sentir, tienes arte y una sensibilidad muy rica. Gracias por tus comentarios, espero leer mas cosas tuyas.
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Parece una mezcla entre tranquilida y desasosiego, querer contar y que llegué a la persona indicada.
Bss
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Hola Sibisse:
Se trata de una forma de comunión a través de los versos, entrar en otro a través de la palabra. Dicho de otro modo, la teoría clásica de la ficción: las palabras serán vehículos que nos permitirán entrar en otros mundos.
Un beso
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¡Qué bello espacio para encontrarse en medio de estos versos soñados! ¡Gracias por crearlo! aunque…¡cuidado primo, acaso no comas en sueños los lotos y olvides el camino de vuelta a casa!
Un abrazo.
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Hola primo! Pues, mira, si de eso se trata me voy a dar un atracón de lotos para instalarme en los suenyos!
Un abrazo Miguel!
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