Un poema de Miguel Guinea, a quien agradezco me haya permitido decir de esta manera sus palabras, para mí, nada baratas. Espero no haber estropeado demasiado el original, que aparece al final para quien lo quiera disfrutar con su propia voz.
Gracias primo.
PALABRAS BARATAS
Por Miguel Guinea
¿Saben qué? Me da miedo de lo que escribo. Ya no me fío de las palabras. Por eso muchas veces uso palabras totalmente idiotas como: rosa, nube, mar, amor, peripatético…
Debe ser por miedo a cortarme, a pillarme los dedos, a reventarme los ojos, a perforarme los oídos, a retorcer mi duodeno.
Palabras huecas, vacías, previsibles; de ese manido buen gusto.
Palabras que, poco a poco, se me vuelven insoportables; destripadas de significado, sin filo, blandas, empalagosas como un caramelo de algodón de azúcar.
Pero, ya ven, tampoco sé que hacer con: coño, cabrón, indigesto, majadero…
Normalmente me dan miedo esas palabras gruesas, que caen como goterones, como sombras de meados, en las paredes de las frases.
Palabras que huelen, tosen y carraspean desabridas; que nos lanzan, desde sus oscuros significantes encallecidos, sus emociones a contramano.
Así que, normalmente, uso palabras baratas, desterradas de los libros, deslibradas. Incubadas en los úteros de los televisores, en los teclados de los chats, en las barras de los bares.
Palabras tiradas por los cuartos de estar de las casas —muchas veces, sin usar— abolladas, llenas de defectos, mal pronunciadas, sin corazón.
Palabras amontonadas, de ínfima calidad; como todas esas cosas inútiles que colman las tiendas de los chinos.
Nunca me podrá salir nada bueno, expresar lo que siento, con esta mierda de palabras.
Y, sin embargo, aquí me tienen.
Me gusta tu estilo, saludos
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Hola tio Juan:
Gracias por tus amables palabras.
Un abrazo
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Estimado Javier, ¿cómo agradecértelo? Sólo decirte que me ha conmovido profundamente el retorno de estas palabras, viajando, enriquecidas, desde tu sensibilidad hasta la mía.
Creo que nunca me he sentido tan homenajeado como autor. Las has mimado espléndidamente con tu magnifica voz y excelente entonación, demostrando una exquisita sensibilidad; pasando con muchísimo acierto sobre los párrafos mas escabrosos y reflejando con sutileza los momentos de ironía (que también los hay, o por lo menos yo así lo he pretendido). En fin, que ¡chapeau! y ¡vaya lujo de voz grave y bonita esa que tienes, primo, con una musicalidad ideal para declamar y recitar! Un abrazo.
Miguel
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Hola Miguel:
Eres muy amable primo… la verdad si algo me salva es tu poema, que tiene lo que tiene que tener, intensidad y esos toques escépticos e irónicos muy buenos, por eso lo elegí entre otros, también excelentes, para esta lectura de versos.
Tengo varios errores y dudas, es cierto, pero espero se me disculpe por mi casi falta total de experiencia en este tipo de lecturas. No es fácil, ni mucho menos, pues las palabras así escritas piden una entonación y unos matices que la lectura de un texto que no sea poesía, no necesitan. Ahora, lo he disfrutado mucho y, gracias justamente a todos esos errores y dudas, tengo mas ganas de leer otros poemas para intentar sacar lo mejor de ellos, como haces tu con los tuyos.
Los iré acumulando y puliendo -al igual que mis conocimientos para editar vídeos- y cuando estén presentables los subiré. A ver qué tal.
Gracias por tus palabras, en cuanto a la gravedad -nunca mejor dicho- de mi voz, jajaja, sera que esa manana estaba un poco fría y me pilló un poco con las cuerdas destempladas…. en fin, lo dicho, que eres un gran poeta y tus letras merecen voces de mayor calibre que el mio para sacar de ellas la mayor cantidad de su extraordinario sentido.
Un fuerte abrazo Miguel!
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Hola, Javier!!!
Qué bueno! Ha sido fantástico escucharte!!! 🙂
Muy bueno el poema de Miguel, y muy buena, sinceramente, tu interpretación…, tu forma de decir…, las inflexiones de tu voz. Los giros… La intención.
Además…, un acierto el poema… Palabras. Baratas. Palabras cursis, duras, nuevas, viejas, dulces… Abolladas 😉
Gracias por subirlo. Por tu generosidad. Y gracias también a la generosidad de Miguel.
He disfrutado un montón, ¡varias veces! Ha sido un “placerazo” que espero que se repita…
Espero más… 😉
Ánimo, rapsoda en blanco y negro!!!
Beso.
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Hola Bea
La verdad que me gusta este poema de Miguel. Tiene ese aire escéptico e irónico que le da forma al poema; palabras baratas, mansas, manipulables fácilmente, esas son las que usamos cuando dejamos de creer en ellas, en sus poderes, en su maravilla. Eso pasa a veces, no? dejar de creer en las palabras es relativamente común. Sin embargo, es algo jodido. Nos convierte en místicos o materialistas. Esos extremos que solo son, a su vez, arquitectura de palabras.
Miguel ha escrito un poema que es bueno para la boca, para el sonido. Espero no haber expulsado todo lo bueno e interesante de esos versos con mi torpe lectura. Eso sí, me ha gustado mucho, muchísimo, la experiencia. Te la recomiendo encarecidamente. Me gustaría oírte, venga, una poesía de… Becquer?
Un beso Bea.
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Tus gestos, tu acento, tu pasión, me has llegado, y yo, que me conozco, eso, no es fácil, enhorabuena por deleitarnos con este poema.
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Hola Felipe:
Gracias por tu comentario! especialmente me alegra al saber que procede de un poeta. Eres muy amable. Tengo que mejorar en varios aspectos, pero me gusta el desafío, leeré mas poemas hasta tener una mejor dicción y poder extraer mas de los versos.
Un abrazo
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No dejes de hacerlo, ahí estaré para leerte, escucharte o verte.
Un abrazo
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Reblogged this on Felipe J. Piñeiro García and commented:
Un poema de Miguel guinea en boca de Javier Revolo, una magnífica interpretación en todos los sentidos.
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Gracias Querida Bea. Un extraordinario relato. Aun no dejo comentario en el, pero solo porque quiero leerlo un par de veces mas… es muy bueno, de verdad.
Recibe un beso.
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