Escribir

Al final ¿qué carajo importa? Escúchenme bien, estoy hasta los mismos huevos de la literatura bien hecha, de la estética del buen escritor, y no lo digo porque no pueda llegar a ser buen escritor, solo que me parece que la acumulación de mierda debe tener un límite. La literatura en la actualidad está montada, cabalgada, por burócratas de las palabras, administradorcillos de historias trabadas de tal forma “que las entienda todo el mundo”, esa estética del buen escritor me repugna, por mediocre y falsa.
Soy de los que piensa que se debería escribir anónimamente. Tendríamos una literatura desde los huevos, desde los intestinos, desde la sangre y la cabeza, no esa mierda proveniente de recetas, basura polícroma y monótona, desperdigada por todas las latitudes gracias a los concursos literarios y a los críticos pagados por las editoriales. Estoy harto de esa mierda tejida con palillos de crochet que les han enseñado a manejar en los talleres de escritura.
¿Cómo hay que escribir? Pues con el último suspiro, con la muerte oliéndote los huevos o la vagina, con el frío reptando por nuestros pies, las manos quemando y con miedo, con miedo a lo que estás poniendo en palabras. Así se hace literatura. Al menos esa es la que me gusta leer. Palabras vivas.
Y no hay que pensar en el lector. No hay más lector que uno mismo. Igual que esa cara que uno ve reflejada en el espejo ha dejado de ser nuestra, lo que escribimos no es nuestro si pensamos en el lector, escribir solo nos sirve a nosotros, a cada uno, como una forma de conocernos. ¿Por qué necesitamos del aplauso de los demás si solo buscamos saber quiénes somos? ¿Queremos vender eso? No lo entiendo. Vender nuestro dolor es repugnante, cuando menos.
El artista no puede, como la polilla con la luz, no puede decir no voy a escribir, no hay escapatoria, el artista no puede dar la espalda a esa maldición que es el arte.
El anonimato es la única verdad del artista. La única solución. Lo demás es pose, es vanidad, algo distinto a esta necesidad. Y que no digan que escriben para que lo quieran más, el escritor que dice eso es porque es un mierda, si quieres que te quieran más haz bien a los demás, a los que están a tu alrededor, quiérelos, respétalos. Seguro que te van a querer más. Porque escribir no siempre es hacer bien a los demás. Lo sabemos. Eso tampoco nos detiene, es más fuerte que nosotros.
Mientras sigamos escribiendo para impresionar ojos que no ven como vemos nosotros, estaremos siempre haciendo algo falso, algo que no es nuestro. Y lo peor con lo que se puede ser falso es con nuestro propio arte. Si tenemos el coraje suficiente para escribir, hay que hacerlo de verdad. Es hora de nacer.

Acerca de Javier Revolo

Javier Revolo escribe "Relatos Tóxicos" https://javierrevolo.wordpress.com/ y forma parte de la Asociación literaria Trilce que promueve la creación en lengua castellana en Australia. Vive en Sídney, Australia, y es abogado.
Esta entrada fue publicada en Narrativa. Guarda el enlace permanente.

17 respuestas a Escribir

  1. Enrique Horna dijo:

    99.9999% De acuerdo contigo. Hay que escribir desgarrandose, sacando todo lo humano ( bueno y malo) que cada uno tiene. Y como lo dijera un escritor ( muy reconocido) » yo no escribo para el deleite de los otros, escribo para mi propio deleite» .

    Un abrazo

    Enrique

    Le gusta a 1 persona

    • Hay que escribir, querido Enrique, como nos salga de las narices. Vale reirse, vomitar, susurrar, llorar, no se, lo que sea, pero lo importante (me parece) es que se trate de algo nuestro de veras, sin concesiones, ni subterfugios, ni acomodamientos, y sin miedos, claro. Si cumplimos con esto creo que cumplimos con nosotros, con nuestro arte, con esa parte del mundo que nos ha tocado vivir y experimentar. Nuestra forma de estar vivos que, como las lenguas condenadas a desaparecer, algun dia sera tambien historia porque moriremos
      La verdad es que me encuentro bastante harto y cansado de todas esas lecciones de como escribir «bien», como si escribir fuera algo parecido a aprender a jugar al ajedrez. Tecnicas, conocimiento profundo de la lengua, o lo que sea… que hay tanto. Tanta receta. Yo creo que escribir es una forma de parir, no de jugar o ganarle a nadie con estrategias para el Mercado. El putrefacto Mercado de toda la vida.
      En fin, y siempre con una sonrisa mi estimado Enrique
      Un fuerte abrazo

      Me gusta

  2. kaldina dijo:

    Todo lo que se vuelve estructura genera contra-cultura, posiblemente nos encontremos frente a un cambio de paradigma literario.

    Me gusta

    • Hola Kaldina!
      Interesante comentario. No se si todo lo que se vuelve estructura genera contra cultura, no se como es ese paso de lo contingente a lo estructural en la literatura, pero creo que estamos en un momento malo para la creacion en general, diria mas, es un momento muy malo para la libertad (que incluye la libertad de creacion obviamente) pues estamos encerrados en la idea de que el exito es importante -tal vez fundamental-, que para ser libres tenemos que tener dinero suficiente, miedo al fracaso, adoracion a los famosos e «importantes», a los ricos y los hombres/mujeres de exito, entre muchas otras claves de la sociedad de consumo, que es dificil que las personas podamos crear sin esas cadenas, libres de decir lo que queremos y pensamos, sentimos y sonyamos. La estructura es verdad parece un vaso que nos contiene sin embargo nosotros somos ese vaso, esa estructura o una parte de ella.
      Con una literatura tan mediocre y cocinada en ambitos domesticados por el sistema, es dificil ser uno mismo; pienso que crear sin nombre, sin esperar elogios ni recompensas, deberia ser un modo de ser autenticos y, de algun modo, libres. Y los que no lo puedan hacer es por que lo que desean es la admiracion y el aplauso, no el arte de crear, la passion por lo que hacen sino por lo que otros van a decir de lo que ellos hacen. Bueno, eso pienso.

      Me gusta

      • kaldina dijo:

        Mira que estamos medio conectados en esto. Me extiendo un poco más con el asunto de la estructura (O bueno, a lo que me refería con ello). Por ejemplo, durante la expansión del boom latinoamericano, ya a finales de los setentas, lo que imperaba en la literatura (por lo menos la sur americana, que es a la que soy más cercana) era la experimentación con el lenguaje, básicamente la mayoría de textos producidos en esa época presentaban una especie de laberintos o juegos de palabra que buscaban apostar por sorprender al lector con estructuras narrativas bien complejas (Por ejemplo Borges con sus cuentos escritos a modo de ensayo, o la locura revolucionaria de Rayuela de Cortázar), buenísima la cosa, rica, interesante, pero con el correr del tiempo empieza a volverse una estructura más bien tediosa, donde lo narrativo pierde valor frente a lo semiótico. Esto genera un movimiento a finales de los ochenta y principios de los noventa en historias mucho más simplificadas, que apuntan a derrocar esa imagen que se había generado de una literatura «pura» por así decirlo.

        Uno de los movimientos que surge es el «Realismo Sucio», del que son grandes exponentes Bolaño, Palahnuik y el mismo houellebecq (Y que abordan precisamente esa cultura del éxito que se ciño a la humanidad a finales de los ochenta, ya las luchas eran distintas, menos políticas y más comercializadas, por lo que se requería un cambio en la narrativa para responder a las inquietudes instantáneas, ejemplo de esto «El club de la pelea»), o una literatura que apunta más a la precisión narrativa, a la creación de personajes mejor delineados y al juego con la expectativa del lector, que es el caso de Manuel Puig (Amo con el alma «El beso de la mujer araña).

        Honestamente la literatura de culto actual me parece un poco fastidiosa, cero propuesta y gana más de cursilerías que de cualquier otra cosa. No soporte «Bajo la misma estrella», y las nuevas distopias son menos dicientes que sus antecesoras. Así que pienso que nos acercamos a un cambio, así como abunda la porquería me he llevado gratas sorpresas en la literatura de mi país (Caso Piedad Bonnet con «Lo que no tiene nombre» o Evelio José Rosero con «Los ejércitos» incluso Faciolince me sorprendió con «El olvido que seremos»), muy diferentes a la herencia Garcineana que ha sido la piedra en el zapato de muchos de los escritores colombianos. Así que esperemos que mejores vientos se avecinen, y bueno, la esperanza debe ser lo último que se pierda.

        Me gusta

  3. Hector dijo:

    Bien querido !……esto sale del alma y pasa por un acuerdo con tu ego…..bien !!!!! Suena autentico y con su fuerza…..me gusto !!!!

    Me gusta

    • Mi querido Hector!
      La verdad es que no recuerdo haber hecho ningun acuerdo con mi ego (si es que algo asi es possible jaja) lo que si es verdad es que los nombres, el nombre, es uno de los factores mas importantes del actual sistema de domesticacion humana. Hay que renunciar a este tipo de trampa de otro modo seguiremos destruyendo lo mejor que tenemos como individuos, nuestra libertad, para consagrarnos a un sistema ridiculo y absolutamente injusto.
      El arte sufre mucho con esa interpretacion de lo bueno, de lo correcto.
      Un abrazo mi recordado Hector

      Me gusta

  4. «Javier Revolo. Escritor. Nacido el 3 de junio del año 2014… »

    (tomado de la Wikipedia del año 2020)

    Un abrazo primo.
    Miguel

    Me gusta

    • Hola Primo,
      Bueno, si seguimos la linea de lo escrito en este texto, esa fecha habra llegado al mundo otro escritor anonimo y sin mas ataduras que las de sus propias limitaciones. Bueno, malo o regular, o nada de lo anterior, eso ya importa poco. Un escritor que, como Pessoa, puede ser todo el mundo a traves de sus heteronimos y ser nadie al mismo tiempo. Desaparecer detras de su obra, de sus palabras vivas, heridas e hirientes, o alegres y vitales, como sean, pero ya no a la espera de nada ni de nadie que apruebe, desapruebe, pague o quiera pagar. No hay que venderse, para eso major trabajar 8 horas, pero mi arte que no lo toquen.
      Creo que es una liberacion. Un alivio y un placer.
      Un abrazo Miguel!

      Me gusta

  5. Me ha gustado mucho coincidir contigo, aún así, apuesto por todas las formas métricas para decir algo que pueda llegar a tu sensibilidad. Encantada de conocerte Javier. Y con mucho gusto te seguiré leyendo…

    Me gusta

    • Hola Julie
      Espero que no se me malinterprete, no creo que la técnica sea mala o inútil, de hecho pienso lo contrario, pero tampoco creo que se le deba dar demasiada importancia pues la métrica, digamos en la forma del soneto, es un producto histórico que produce un especial, particular, modo de belleza que no se encuentra en, digamos, un Haiku. Ambos pueden ser hermosos, pero no del mismo modo y nuestro sentimiento, razón -o musa-, elige la forma poética o vehículo en el que vamos a poner nuestras ideas o sentimientos, o ambas cosas. O como la pintura y sus formatos. Elegir el tamaño del lienzo es fundamental. No seria lo mismo «El nacimiento de Venus» de Boticelli en un formato pequeño o mediano, ver el cuadro en su tamaño original deslumbra. En fin. La técnica es importante pero nunca mas importante que aquello que queremos decir. Por otro lado, es primordial, para mi, la honestidad para con nosotros mismos, el artista no se puede vender, eso ya lo hacen los encargados del mercado que igual venden helados que libros. El problema es que nos han hecho creer un cuento que ha hecho mucho dano a través de la fama y el éxito que, fundamentalmente, solo sirve a ellos y a sus empresas.
      Un abrazo y gracias por leer.

      Me gusta

  6. Mi kerido anónimo, luchador incansable de guerras imposibles con sables forjados de palabras olvidadas… 😉 Oxidadas tal vez. Pero vivas! Tan vivas como tú.
    Mmmm… Tás un poco rebotado…, intuyo. Eso está bien también. A veces a la sangre le viene bien un arrebato.
    Ya hablamos más detenidamente de eso… 😉
    Sólo apuntaré -humildemente, a tu apasionada disertación- k yo creo k cada uno escribe, sobre todo, como vive.
    Al menos eso me gusta pensar de mí misma 🙂
    Me gusta tu verdad, tu rabia y tu pasión, Javier.
    Nos vemos en las palabras.
    Prestos a nacer 😉

    Me gusta

    • Hola Bea preciosa! Una gran alegría verte por aquí, como siempre…
      No estoy tan molesto como parece, mas bien cansado, este golpe de palabras tiene su origen en una circunstancia particular: una amiga tiene una hija de quince años que escribe hace diez meses su primera novela, la niña escribe a un ritmo de las 3000 palabras por día. Este hecho me hizo pensar sobre esta vorágine de escribidores que se dan a las letras como a una tabla de salvación para satisfacer su anhelo de figuración social. Tal vez sea legitimo, no lo dudo, pero me parece errado. Por qué? pues por que se toma una consecuencia, algo accesorio, como el objetivo principal. En las condiciones actuales, donde desde los medios de comunicación hasta la educación de todo nivel, se promueve el éxito y la competencia como objetivos fundamentales de la vida, ser auténticos es algo como mínimo extraño o anacrónico, lo que nos esta llevando a un proceso de homogenización mental horrible y todo eso es bueno para el dinero pero no para la creación.
      En cuanto a la escritura firmada de forma anónima. Se trata de un recurso para escribir y solo pensar en lo que el texto puede decir por si solo, sin aquella vana esperanza de fama o éxito, innecesarios -creo- en el ejercicio del arte. Se puede decir que el reconocimiento nos ayuda a continuar en esta labor solitaria… bueno, hay muchas formas de justificación, pero escribir es una labor que no requiere del aplauso menos del éxito, solo de una persona, un lápiz y papel, y una forma de ver el mundo.
      En todo caso, escribir como anónimo o con seudónimo, también es accesorio, lo importante es aquello de nuestro, ese elemento único, que se transmite a nuestro trabajo. Lo que de verdad interesa, emociona y nos hace pensar. No quiero que se me interprete mal, que pienso que todo lo que se escribe hoy esta mal. No soy nadie para afirmar algo así, solo pienso que hay una gran cantidad de ruido y es, como siempre, difícil encontrar algo autentico entre tanto alboroto de éxitos y premios.
      Gracias por estar ahí querida Bea, siempre es una alegría leerte. Un beso

      Me gusta

  7. Mi estimado Javier con mucho interés y desconcierto he leído tu artículo “Escribir”, Digo desconcierto porque encuentro una serie de contradicciones en los planteamientos que haces en los párrafos que has escrito.
    Estoy de acuerdo en cómo el mercantilismo ha creado una sociedad de consumo de la cual las editoriales se aprovechan para vendernos escritores baratos convirtiéndolos en “Clásicos de la literatura moderna”. Sin embargo no acepto cuando dices que debemos escribir anónimamente. Creo que eso es completamente erróneo porque el propósito fundamental del escritor es llegar a sus lectores, para darte un ejemplo, dime para que escribes tú el blog “Relatos Tóxicos” no es para que nosotros tus lectores nos deleitemos con lo que tú escribes? Esa posición del escritor anónimo no me convence lo más mínimo.
    Finalmente creo que tu artículo sería más elegante sino te dejas llevar de la rabia y utilizas términos menos crudos en tus argumentos. Los encuentro completamente innecesarios
    Un cordial abrazo. Humberto

    Me gusta

    • Mi estimado Humberto!
      Antes que nada quiero agradecer tu comentario, sobretodo, por la honestidad con que lo has escrito. A pesar de que discrepamos hay algo importante: ambos somos sinceros en nuestras opiniones.
      Alguien dijo que pretender tener siempre la razón es una forma de mala educación, y yo no creo tener la razón en esto, como en otras muchas cosas -tampoco me preocupa mucho-, pero aun así, lo escrito se fundamenta en mi observación de lo que, me parece, está sucediendo con una parte de lo que se escribe, tanto en medios como Internet como en otros más tradicionales, y que se hace pasar como arte cuando no se trata sino de productos de mercado, manufacturas para la venta masiva, para el consumo a gran escala. Muchos no logran ni eso y se quedan en malos intentos frustrados.
      Es indudable que hay literatura con nombres y apellidos, de gran calidad y honestidad, como dije, no soy quien para decir lo contrario. No me refiero a esos escritores ni a esas obras. Mi texto busca, de algún modo, poner el acento sobre lo que se escribe y no tanto sobre quién lo escribe. Mi idea de obras de escritores anónimos tiene el fin de intentar hacer algo sin que nuestro nombre se vea involucrado -aun cuando uno sea un desconocido-, una especie de texto desnudo, que deje a un lado el ansia por el éxito. No me refiero al éxito apoteosico y multitudinario, me refiero al éxito mínimo, tal vez de nuestro círculo mas íntimo. Nada. Escribir para uno mismo sería, según mi punto de vista, la prueba de que uno escribe porque, antes que nada, quiere o tiene que escribir.
      El hecho que tenga un blog no es una contradicción, al menos no me lo parece, con este tema. En ningún momento he dicho que un escritor tenga que escribir de forma anónima siempre. Digo que escribir como anónimo o con seudónimo (pienso que esto también podría ser útil para los fines de dar la importancia mayor al texto, aunque tiene riesgos) puede ser una experiencia excelente y que pondría al escritor en una perspectiva distinta ante su obra.
      Hay muchos escritores que no tienen blog, que nunca han publicado nada y que no quieren hacerlo (yo conozco a uno), y escriben a diario. Por que lo hacen? pues porque no tienen más remedio. Esto no los hace mejores que los que si publican y tienen nombres en sus obras, pero a mi dice algo, al menos, sobre su vocación.
      En cuanto a lo desagradable del empleo de un lenguaje que no es políticamente o civilmente correcto, bueno, no lo pude evitar, si te molestó, lo siento. A veces no puedo evitar escribir con el lenguaje que el texto me pide. No es nada personal, como imaginarás.
      Recibe fuerte abrazo Humberto y gracias por el comentario! Nos leemos pronto.

      Me gusta

Replica a Javier Revolo Cancelar la respuesta